Tu hijo no puede separarse del móvil o del ordenador? ¿Se pasa el día tomándose selfies y subiéndolas a sus numerosas redes sociales? ¡Tranquilo! Esta situación es más normal de lo que crees. De hecho, la mayoría de los padres de adolescentes están pasando por lo mismo. Respira y continúa leyendo.
¿Qué es el prestigio en las redes sociales?
La respuesta es sencilla: el prestigio online es la estima que cada uno de nosotros consigue en las redes sociales. Seguramente te estás preguntando cómo se mide dicha estima: a través de "likes". El funcionamiento es sencillo: cada usuario de una red social comparte algo, con la esperanza de generar "ruido" a su alrededor, es decir de conseguir "likes". Una de las reacciones más normales y comunes después de realizar una publicación en Facebook o Instagram es ingresar para ver cuántas reacciones positivas se han conseguido. La cantidad de "me gusta" pasa entonces a regir la popularidad de una persona en el medio online. Esto es justamente el prestigio en las redes sociales. Pero, ¿afecta esta situación a los más jóvenes?
Por qué es importante el prestigio online para nuestros niños
Tener prestigio online se ha vuelto de suma importancia para los niños y adolescentes. La razón es lógica y fácil de entender: durante la pubertad y adolescencia se produce la búsqueda de la identidad y se evidencia un exagerado deseo de pertenecer. Obtener una buena cantidad de "me gusta" avala la pertenencia a un grupo, el reconocimiento como una persona importante y valorada de un grupo. Cuando una adolescente se toma selfies sexies en realidad está buscando reacciones que reafirmen su autoestima y su pertenencia a un grupo.
Cómo afecta el prestigio online a los niños
Ser "cool" o popular siempre ha sido importante para los adolescentes. Lo era cuando nosotros (hoy padres) éramos jóvenes, y continúa siéndolo ahora. Sin embargo, las redes sociales han abierto un espectro que antes no existía: ya no hay posibilidades de escapar de lo que sucede en el colegio, estamos todos hiperconectados y eso no permite descansar. Tener prestigio en las redes sociales, ser aquel que más "me gusta" obtiene, puede catapultar a un joven al estrellato dentro de su clase. Mientras que quienes no lo logran quedan, en el mejor de los casos, relegados. Decimos en el mejor de los casos porque las redes sociales son el ambiente perfecto para que la aparición de otras problemáticas como:
El bullying: los rechazados del curso, los nerds, los raros, todos ellos también están en redes sociales y son ellos quienes no obtienen una gran cantidad de likes. Sin embargo, el mayor problema no es la falta de prestigio en las redes sociales sino la posibilidad de que el bullying se traslade a internet, convirtiéndose en ciberbullying. Los jóvenes que carecen de prestigio online suelen ser víctimas de bromas pesadas e incluso, de acoso online.
La obsesión por la perfección: en las redes sociales sólo importa obtener "me gusta", el resto pasa a un segundo plano. Da igual si se está triste o si uno tiene problemas, siempre y cuando no los muestre. ¿Has entrado en las redes sociales últimamente? Todo el mundo (o casi todo el mundo) se muestra feliz, sonriente y "vende" una vida perfecta que muchas veces es simplemente una ilusión. En 2015, la famosa modelo australiana Essena O'Neil se despidió de las redes sociales con un vídeo donde aseguraba que sus publicaciones siempre eran editadas para mostrarse perfecta y cerró sus declaraciones afirmando: “no es necesario poner a prueba tu valor en las redes sociales para sentirte valorado”.
La adicción a la atención: subir fotografías y conseguir "likes" puede convertirse en una adicción. Si tu hijo está continuamente con el móvil, presta atención. Los "me gusta" en redes sociales generan una sensación de bienestar altamente adictiva.
Los jóvenes pueden convertirse en víctimas de acoso sexual: en su afán por conseguir "likes" y aumentar su prestigio online, los niños y adolescentes pueden comenzar a publicar fotos cada vez más reveladoras, aceptar desconocidos en sus redes sociales e incluso, hacer sus perfiles públicos. De esta manera, se vuelven presas de adultos que desean aprovecharse de ellos.
En conclusión, respira profundo, recuerda cómo te sentías cuando tenías la edad de tus hijos y conversa con ellos, sin enfados. La mejor manera de ayudar a tus hijos es acompañándolos en su búsqueda de la identidad.
Fuente via Educo
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